Noticias - Parque Nacional Morrocoy

martes, 9 de marzo de 2010

Graterol: Gobierno y Asamblea Nacional están en mora con el Parque Morrocoy


La escandalosa contaminación que afecta al reservorio ambiental y al Refugio de Fauna Silvestre de Cuare tiene como principales víctimas a los pobladores del área de influencia, quienes viven sin las condiciones sanitarias propias de la dignidad humana, soportando engaños y promesas cada vez que el tema se pone de moda

Francisco Chirinos
Fotos: Ángel Coy

Una deuda social a todas luces imperdonable es la que presenta el Gobierno Nacional, por una parte, y el parlamento nacional, por otra, respecto al grave problema de contaminación que afecta, desde hace años, al parque nacional Morrocoy, así como al Refugio de Fauna Silvestre de Cuare.

Así lo expresó el líder de la oposición falconiana José Gregorio “Goyo” Graterol, para quien “lo menos que ha debido hacer el gobierno a estas alturas, luego que el problema es público y notorio y ha sido minuciosamente esbozado por ambientalistas y por los propios concejales del municipio Monseñor Iturriza, es intervenir un elefante blanco que se llama Inparques y que, en el caso de Morrocoy, se limita a cobrar la taquilla de Punta Brava, enviar los recursos para Caracas y luego recibir unas cuantas bolsas plásticas para depositar la basura, dejándole a las alcaldías las calles de Silva y Monseñor Iturriza sucias y que deben ser limpiadas con el exiguo presupuesto de estos gobiernos locales, porque ni eso siquiera hace el referido instituto. Ahora, debo aclarar que no se trata de algo personal en contra de esta institución sino más bien al triste papel al que la condena el propio gobierno que la supedita a una especie de recaudador pasivo, sin mayor autoridad que no sea regular la entrada y salida al parque.”

Sin control

A juicio de Graterol, la alta contaminación que embarga a la reserva ambiental afecta fundamentalmente a la gente, al pueblo que vive en su área de influencia y que es víctima directa de la falta de una política de saneamiento ambiental a la que está obligado el Estado por mandato de Ley.

En once años de revolución –apuntó- no se han construido los sistemas de aducción de aguas servidas, las plantas de bombeo y tratamiento en zonas como Chichiriviche y Yaracal, tampoco el gobierno ha cumplido su responsabilidad de garantizar que los grandes hoteles alrededor de Morrocoy construyan sus plantas de tratamiento. Todo esto trae como resultado que vastos sectores de la Costa Oriental no cuenten con el servicio de cloacas, en pleno siglo XXI, pero además origina que tales desechos van a dar directamente al Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, que como su mismo nombre lo indica es un Área Bajo Régimen de Protección Especial por la riqueza ecológica que ella encierra.
Hay denuncias muy serias, planteadas por el Concejo Municipal de Monseñor Iturriza, que remiten a la aprobación de montos mil millonarios para las obras de saneamiento de Chichiriviche, publicitadas por el actual régimen hasta la saciedad, pero que nunca se hicieron, como es el caso del sistema de aguas residuales de Chichiriviche.
Ahora bien, prosiguió, mucho de este desastre se hubiera evitado si la Asamblea Nacional hubiere cumplido con su papel de pedir cuentas al Ejecutivo, de investigar y aplicar las sanciones administrativas pertinentes ante este tipo de casos.

Sumisión

En la mala inversión de cuantiosos recursos el Gobierno Nacional y el regional han actuado con absoluta discreción y sin ningún tipo de control y es claro que ello se debe a la actual falta de independencia entre poderes que hoy caracteriza al país, y a la sumisión de unos diputados que hicieron muchos méritos partidistas y de lealtad al jefe político que los puso en esas listas pero que no tienen ni la preparación para ser legisladores ni la voluntad política para legislar, controlar y fiscalizar en aras del pueblo. Por eso digo que la Asamblea Nacional tiene una deuda con la Costa Oriental, con su pueblo, la cual no ha sido saldada. Más bien ha sido cómplice (la Asamblea Nacional) del Ejecutivo en la acción de dejar en la más absoluta indefensión a la reserva ambiental que es Morrocoy.

Inacción

Para Graterol la falla del parlamento es de origen. Alega que no existe un compromiso afectivo entre unos diputados “a los que pusieron por Falcón, con el dedo desde Caracas, o en el caso específico de la Costa Oriental, por este circuito, y el pueblo que dicen representar.”
Por eso, mientras los expertos ambientalistas señalan casos escandalosos como el de la contaminación de ostras con materia fecal en el Refugio de Cuare, los diputados falconianos en vez de plantear la interpelación del Ministro de la Salud o del Ministro del Ambiente, o citar a los funcionarios responsables de aplicar las políticas públicas en el parque para que respondan ante la AN, para iniciar una investigación que concluya con sanciones y con correcciones para que el daño no siga ocurriendo, hacen silencio. Un silencio canallesco durante más de una década mientras el parque sigue aguantando toda la descarga putrefacta de colectores de la zona.

Tacita de oro

El ex candidato a la Gobernación plantea que “un gobierno serio, responsable y realmente revolucionario debería tener al parque nacional Morrocoy como una tacita de oro pero la realidad nos muestra, lamentablemente, lo contrario. Aquí el régimen no ha desarrollado un solo plan de viviendas dignas para la población en once años; tampoco ha aplicado las obras de saneamientos elementales para la salud pública y para descontaminar el parque y, lo más asombroso, es que ni siquiera le han hecho mantenimiento al parque. Basta acudir a Punta Brava, único acceso terrestre a Morrocoy, para darse cuenta que el puente que comunica a tierra firme con la isla se está cayendo desde hace 10 años por falta de mantenimiento, y a la fecha no ha sido posible su reparación.”
Insistió en que la Asamblea Nacional debe pedir cuentas al Ejecutivo del dinero que se ha anunciado y destinado muchas veces para obras como las del saneamiento de Chichiriviche, las cloacas de Yaracal y los acueductos de los municipios costero orientales, inexistentes la mayoría, y en algunos casos como el de Boca de Aroa, paralizados. ¿A dónde fue a dar ese dinero? ¿Quién o quiénes lo administraron? ¿Dónde están las obras? ¿Cuándo harán algo por resolver el grave caso de disminución por efectos contaminantes de la reserva de Cuare? Todas estas son preguntas que deberían responder los legisladores que dicen representar a Falcón en la Asamblea Nacional y que más nunca volvieron a la zona, sólo ahora cuando necesitan otra vez lograr ser nominados por esta tierra a la que abandonaron a su suerte, concluyó Goyo Graterol.

Fuente info

No hay comentarios: